El origen del nombre Copaiba viene del Tupi, Ku`paiwa e Ku`pau, que significa árbol del depósito, en alusión al aceite que guarda en su interior.
Los indígenas utilizaban la copaiba como antiinflamatorio, cicatrizante, para curar a los guerreros de sus heridas y en el ombligo de los recién nacidos para evitar el “mal de los 7 días”.
Cuando llegaron los europeos a América, la utilización del aceite de Copaiba por los indígenas ya era común. Durante el siglo XVII, los médicos residentes, debido a la escases de medicinas de la colonia, difundieron el uso del aceite de Copaiba.
Posiblemente la primera referencia sobre el aceite de Copaiba fue hecha en una carta de Petru Martius al papa León X, publicada en Estrasburgo en 1534. También por la misma época se menciona en la obra original del Padre Jesuita José Acosta “De Natura Novi Orbis” menciona como los españoles aprendieron de los indígenas sobre el uso del Aceite de Copaiba, en 1567 el cronista Pedro Magallanes Gavado en la obra “Historia da provincia de Santa Cruz”, fue el primero a escribir el aceite de Copaiba como analgésico y cicatrizante. (Más detalles pinchar en botón de estudios del Aceite de Copaiba).
El naturista “Pisonis” en su libro publicado en Holanda 1648 “Historia natural y medica” describe las propiedades medicinales de la Copaiba, en esa época “Peckolt” uno de los primeros científicos a pesquisar el poder de las plantas, consideraba al aceite de Copaiba como una de los diez arboles más útiles en la medicina.
Posteriormente, con la introducción del aceite de Copaiba en las Farmacopeas (compilaciones conteniendo las nomenclaturas de las drogas, de los fitoterápicos, de los remedios simples y compuestos y de artículos farmacéuticos) como remedio anti blenorrágico (combate la Blenorragia, enfermedad contagiosa, habitualmente transmitida por contacto sexual caracterizada por inflamación de las vías genitourinarias seguida de corrimiento purulento y dolor durante la micción ), su aplicabilidad se generalizó en la medicina popular y pasó a ser usado como cicatrizante y antiinflamatorio local: e, internamente, como diurético, expectorante y antimicrobiano de las afecciones de la garganta y de las vías Urinarias. En 1677 el Aceite de Copaiba ya había sido registrado en la Farmacopea británica y en 1820 en la americana.
En la actualidad, felizmente el aceite de Copaiba ha sido estudiado en laboratorios por diversas universidades renombradas, comprobando científicamente las bondades y beneficios para la salud. Diversos de sus componentes presentan actividad farmacológica científicamente comprobada, entre los cuales se destaca el Beta Cariofileno, que posee una acción antiinflamatoria y protectora de la mucosa gástrica y reestablece las funciones de las membranas de las mucosas.
En una de ellas, la UNICAMP (Universidad Estadual de Campinas), han sintetizado sustancias a partir de componentes aislados de Aceite de Copaiba, y estas presentaron resultados importantes contra la tuberculosis y contra 9 líneas de cáncer, posee una acción citotóxica, el cual actúa inhibiendo, suprimiendo y provocando la muerte de células cancerígenas o infectadas.
De acuerdo a estudios realizados por investigadores del Instituto de Química y del Centro de Investigaciones Químicas, Biológicas y Agrícolas de la UNICAMP (Universidad Estadual de Campinas), el Aceite de Copaiba presenta componentes que pueden combatir 9 líneas de Cáncer, incluso células cancerígenas de ovario, próstata, riñones, pulmones, mamas, melanoma y Leucemia; fuente Diario de la Unicamp edición 213-19 a 25 de mayo del 2003.